Comunicado

Sin título-1La Escuela para la Libertad de las Mujeres afirma que el sistema patriarcal no sólo naturaliza la violencia contra las mujeres en sus diversas formas, sino que la requiere para mantenerse. Por lo tanto es una norma tácita que pretende producir obediencia y sumisión sobre el colectivo de mujeres en todo el mundo, y Oaxaca no es una excepción. Por eso afirmamos que cada gesto violento dirigido contra las mujeres, en el marco del patriarcado que vivimos, es un crimen político que sostiene la persistente brecha de poder entre hombres y mujeres.

Afirmamos que una gran cantidad de mujeres no acceden si siquiera a la posibilidad de tomar decisiones autónomas, libres y duraderas sobre sus propios cuerpos, sexualidades y proyectos de vida.
Las formas en que las mujeres sufrimos violencia son variadas y regidas por mensajes de inseguridad, terror e invisibilidad constante, lo cual transmite la victimización inminente de nuestros cuerpos, configurando así el escenario represivo de nuestras autonomías.

En el Estado de Oaxaca, como en otros estados de la república, se asesina brutalmente a mujeres y lesbianas en cantidad alarmante e indignante impunidad. No nos engañemos, a las mujeres no nos matan simplemente por ser mujeres, sino que responde a una voluntad de imponer una estructura de dominación/sumisión, de tal modo que al matar a una mujer o lesbiana se envía un mensaje de terror a todas nosotras como colectivo. La violencia patriarcal es por lo tanto un medio de producción de pasividad y dependencia (de la protección de los hombres). Y Siendo que más de la mitad de estos crímenes patriarcales son cometidos por hombres cercanos, familiares y/o sus parejas; reafirmamos que la dictadura patriarcal de propiedad sobre el cuerpo y la vida de las mujeres sigue vigente en la actualidad.

Sabemos que las cifras existentes no alcanzan a dimensionar la gravedad de la situación histórica de violencia contra las mujeres y lesbianas. Sin embargo, la ausencia de estadísticas oficiales desde las procuradurías de justicia nos informa sobre la indiferencia y la complicidad de los poderes del estado.
El silencio alrededor de la lesbofóbia, es decir, la violencia dirigida hacia aquellos cuerpos que desde sus prácticas sexo-políticas cuestionan la heterosexualidad obligatoria, es una realidad que urge de atención y politización.

La trata de mujeres es un hecho cotidiano en México. Son muchas las mujeres que están siendo secuestradas por las redes de esclavitud sexual (de trata), la mayor parte jóvenes y en situación de pobreza material, lo cual abre más la brecha de poder. Nuevamente, la ausencia de cifras precisas confirma el hecho de que la desaparición de mujeres y niñas por las redes de prostitución forzada es una realidad aceptada y mantenida por el Estado, poderes económicos y los medios de comunicación sistémicos.

Entender las razones escondidas detrás de la violencia hacia un grupo social específico, en el caso de las mujeres y lesbianas, nos permite re configurar la lucha y afirmar que: la violencia se combate por medio de la construcción de autonomía concreta en todos los niveles de la existencia de las mujeres. Y es a partir de ese entendimiento que surge la Escuela para la Libertad de las mujeres en Oaxaca de Juárez.
Ante este indignante panorama social y político, lo que nos queda como sujetas políticas es abonar al cambio desde la raíz, compartiendo y construyendo con todas las mujeres que podamos una conciencia crítica que nos dote de otros horizontes posibles y de herramientas para nuestro fortalecimiento. Derrumbar los paradigmas que nos mantienen en el lugar de la subordinación; re significar y crear nuevos referentes en los que nos reconozcamos como sujetas políticas en movimiento y tejedoras de una historia propia de la que no nos puedan despojar.

Compartir conocimientos de forma directa con otras mujeres es retomar el trabajo de acción feminista popular de base, más aún cuando se introducen contenidos y se ponen en práctica perspectivas organizativas transgresoras, como ha sido el proceso de la Escuela hasta ahora.

II.

Hacemos un llamado para continuar afianzando prácticas que hagan de soporte estructural en la lucha contra la violencia de las mujeres y las lesbianas en el estado, y que estas prácticas abran nuevos caminos de auto-organización entre mujeres y sus comunidades cercanas, en vías del apoyo mutuo.
Quienes suscribimos el presente comunicado, consideramos que la Escuela para la Libertad de las Mujeres debe continuar y consolidarse en el estado como una iniciativa que siembra las bases para erradicar las condiciones persistentes de desigualdad de poder y los altos índices de lesbofóbia y violencia feminicida que vivimos mujeres y lesbianas en el Estado de Oaxaca.

En ese sentido, el equipo organizador de la Escuela informamos que ahora se presenta la necesidad de encontrar un espacio en comodato (esto es, en préstamo) para seguir en la construcción la Escuela mediante la habilitación de espacios permanentes. Ya existen espacios de formación y fortalecimiento para mujeres en diversos lugares del mundo, Oaxaca también necesita su espacio propio. Virginia Woolf también estaría de acuerdo con nosotras.

Solicitamos así abrir posibilidades de dialogo con entidades, personas u organizaciones que puedan dar respuesta a nuestra necesidad de disponer de un espacio, (casa, bodega o similar) que dé cuenta del trabajo organizado de la escuela; y agradecemos el apoyo concreto que en ese sentido puedan brindarnos.

Saludamos cordialmente a quienes desde tan diversas latitudes se sienten afines y están acompañando a la Escuela para la Libertad de las Mujeres.

Si deseas apoyar con tu firma escribe al correo escuela.libertad.mujeres@gmail.com especificando la siguiente información:  

Colectivos o agrupaciones: nombre completo del colectivo, localidad y país,  en el caso de individu@s: nombre y apellidos, ocupación, localidad y país.